Textos que hagan que tu potencial cliente piense:

“Necesito este producto – servicio en mi vida. Ahora mismo. Ya. Aunque tenga otras cosas en la lista de prioridades como cambiar la lavadora o pintar la casa. ¿A quién le importa que pinte la casa? Voy a buscar mi cartera y poner hasta el último número de mi tarjeta de crédito. La cena de los niños, la ducha y la cocina en llamas puede esperar porque ¿y si se agota esto que quiero? Voy a teclear mi CVV rapidísimo.”

 

O algo parecido.

 

Lo de que potenciales clientes te dejen su CVV no es algo que se consiga con una fórmula mágica de 3 pasos, pero es algo altamente probable aplicando copywriting.

 

 

Si dejas tu email aquí debajo te lo explico mejor.

Lo que pasará cuando te apuntes:

Recibirás en tu bandeja de entrada consejos de copywriting que puedes aplicar en tu negocio justo después de leerlos. Algunos son tan simples que te preguntarás por qué no habías caído antes. 

¿Que de qué van esos correos que mando? Pues un poco de todo: salseo, recomendaciones, consejos, historias… y todo, absolutamente todo, lo relaciono con el copywriting.

 

¿Que te apuntas y descubres que me odias y no quieres ni un correo más de mi parte? Te das de baja con un botón.

 

¿Que te apuntas y te entretienen mis correos pero no vas a comprar ninguno de mis servicios? Puedes quedarte, comprar no es obligado. Aquí hemos venido a pasárnoslo bien.

 

¿Que te apuntas y sientes la necesidad vital de contratar mis servicios de copy? Tan fácil como enviarme un email, que me gustan mucho.

 

Suscribirse es fácil. Y gratis. Darse de baja también.

¿Te apuntas?

Si te preguntabas para qué sirve el copywriting y has llegado hasta el final de esta página… ya tienes tu respuesta. 

 

P.D. Es para que sigas leyendo.

 

P.D.2. Eso que dicen de que la gente no lee: mentira. Lee lo que le interesa. Y si tus textos son interesantes… los leerán hasta el final.

¿Que quién soy yo?

Me llamo Sélica y lo que más me gustaría en este momento es un café bien cargado y poder apuntarte a mi lista de correo. Así, con un boli, pidiéndote el email como quien pregunta la hora.